Nury Gorotiza es una ciudadana de origen ecuatoriano que lleva cerca de dos años en nuestro país. Como tanto otros migrantes, acudió a la Oficina de Derechos Humanos de la Corporación para realizar una consulta en relación a al regularización de su permanencia en nuestros país, ya que posee residencia temporaria.
Cuando se encontraba siendo entendida por el postulante de la Oficina, Julio Parra, Nury con nueve meses de embarazado sintió que comenzaban las contracciones y estaba a punto de dar a luz.
“Cuando estaba redactando el mandato administrativo, me dice si puede venir otro día porque me siento mal”, recuerda el joven futuro abogado, quien ante la situación de inminente parto, decidió no esperar más y llevarla en un vehículo al Hospital San Borja.
“Llegamos junto al postulante Fabián Alcaino al Hospital escoltados por Carabineros, pedí una silla de ruedas para bajar a la Señora Nury del auto en que la llevamos y entrarla. Y a los treinta segundos pasa la enfermera con la guagua recién nacida”, cuenta aún nervioso recordando la inédita situación que le tocó vivir.
“Gracias a ellos pude llegar a tiempo al hospital para tener a mi bebé Jesús, que ya tiene cuatro meses. Por ello, le pedía a Julio que fuera el padrino de mi hijo”, señala Nury.
“Yo estoy muy contento con esta solicitud y de haber estado justo en ese momento para ayudar a ella y a Jesús”, responde Julio.