- “La mitad del presupuesto de la Corporación se dedica a la protección de niños, niñas y adolescentes”, dijo su Director General, Rodrigo Mora, quien valoró el trabajo de la línea especializada La Niñez y Adolescencia de Defienden y el Centro de Atención a Víctima de Delitos Violentos.
La Corporación de Asistencia Judicial de la Región Metropolitana patrocinó a menores de edad vulnerados en sus derechos y se querelló en tres investigaciones del Ministerio Público por diversos delitos sexuales, las cuales terminaron con condenas que suman 40 años de cárcel contra los culpables que deberán cumplir su pena de manera efectiva.
En la primera de ellas, el Centro de Atención a Víctima de Delitos Violentos Santiago (CAVI) representó a la víctima, durante la indagatoria de la Fiscalía que acreditó que el condenado fue autor de los delitos en carácter de reiterados.
Es por esto que el Séptimo Tribunal de Juicio Oral en los Penal de Santiago lo sentenció a la pena de 20 años de presidio mayor en su grado máximo, y a las accesorias de inhibición perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos, además de la inhabilitación para profesiones titulares mientras dure la condena.
En las otras dos indagatorias, la Corporación patrocinó a las víctimas a través de su línea especializada La Niñez y Adolescencia de Defienden (NAD) RM Norte.
“El Estado se organiza para ayudar y proteger, cumpliendo con su misión social de fortalecer el bien común e ir en ayuda de los grupos más desaventajados”
Director Rodrigo Mora
En la primera de estas, el Segundo Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago condenó al acusado a 15 años de presidio mayor en su grado medio, más accesorias de inhabilitación perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos.
Mientras que, en el segundo caso, el 13 Juzgado de Garantía de Santiago sentenció a un individuo a la pena de cinco años de presidio menor en su grado máximo, además de la inhabilitación perpetua para cargos y oficios públicos durante su condena. La fiscalía acreditó que el sujeto fue el autor de delitos reiterados.
El Director General de la Corporación de Asistencia Judicial RM, Rodrigo Mora, relevó el trabajo profesional y gratuito de defensa de niños, niñas y adolescentes que lleva adelante el servicio dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, y que constituye una tarea del Estado en su conjunto.
“La mitad del presupuesto de la Corporación de Asistencia judicial se dedica a la protección de los niños y niñas y adolescentes en todas sus dimensiones. El Programa Mi Abogado (PMA), la Niñez y la Adolescencia Se Defienden (NAD) y también las líneas particulares del Centro de Atención a Víctimas de Delitos Violentos (CAVI) y el Centro Regional de los Derechos del Niño (CREDEN) atienden específicamente a personas vulnerables”, manifestó el Director General.
Añadió que “con esto quiero decir que son $22.000 millones al año destinados solo a este trabajo, lo cual no solamente significa una cifra, sino que también que niños niñas y adolescentes no están solos; y que el Estado se organiza para ayudar y proteger, cumpliendo con su misión social de fortalecer el bien común e ir en ayuda de los grupos más desaventajados”.
CAVI atiende con equipos interdisciplinarios
Los Centros de Atención Integral a Víctimas (CAVI) son centros especializados en la atención a víctimas de delitos violentos, donde los profesionales trabajan con ellas y sus familias para reparar integralmente el daño causado por el delito y para que conozcan sus derechos y puedan ejercerlos.
Para dicha labor cuentan con equipos interdisciplinarios, compuestos por abogados, psicólogos y asistentes sociales, quienes orientan y apoyan a las víctimas y su entorno cercano, en tres ámbitos: jurídico (orientación y representación legal), social (asistentes sociales facilitan el acceso a la red de servicios públicos o privados, a través de la orientación y coordinación con otras instituciones) y psicológico (apoyo psicológico para reparar el daño emocional y superar el trauma ocasionado).
NAD, asistencia integral
El NAD es una línea de asistencia jurídica integral de las Corporaciones de Asistencia Judicial, mediante la cual se reconoce a los NNA el derecho a contar con representación jurídica especializada, esto es, de abogados que tengan conocimiento y formación en derecho de familia, derechos humanos, en la Convención de Derechos del Niño y de las Observaciones Generales del Comité de Derechos del Niño.
Los niños, niñas y adolescentes serán atendidos de manera exclusiva y acompañados durante todo el proceso, en el marco de un debido proceso que los visualiza como sujetos titulares de derechos humanos, que, por su condición, merecen especial protección por parte del Estado.